Tres sonetos de juegos fonéticos

 


[Teresa Ruiz de Lobrera - Familia Mirlos]

V

Rejunte, en el insomnio, de sílabas
mi forma de embarcarme en el sueño
Mil horas madrugales que desdeño
Reluce la melodía que silbas

Repuse mi navegar en las sillas
Mirlo negro, esta noche sé mi dueño
miro a tus eternas alas con empeño
recurse así al descanso de miradas

Minos -tú- de mi cretense mente que
repunte -quizá- a mi encuentro con Godot
Mito teatral, crecientemente por Beckett

Reduce, oh pájaro, el mundo y todo
microcosmos frenético y me ubique,
rehúse y abandone esta vigilia



[Marc Chagall - Sobrevolando la ciudad]

VI

El milenio nocturno se nos cuela
resiste amado en anclada ausente
reviste a la noche cansada aún ente
Té, silencio concluso, beso, vuela

Ten mi reino, sol mudo, llegó tu vela
bebiste hasta volver sana a la muerte
Persiste al gran llover, camarada fuerte
Desfile mío -oscuro- temo duela

Ve, mire lindo con humos que no vuelvan
Temible hada ¡Oh espada! nada tu temes
esgrime fino ¡Con furor! que no llueva

Decir "nevada con escarcha, cada luz quemen"
Surrealismo de madrugada interno
fonéticos juegos a ver si duermo



[Diego Rivera - Vasos comunicantes]

VII

Sin armaduras para la vida cruda
Vestido diáfano-alba sobre el cuerpo
Vestigios de mi alma sobre el no-tiempo
Cine interno acromático en duda

Sintaxis desordenada que suda
Ves timones trémulos, yo discrepo
Vestiglos a enfrentar, mi pasatiempo
Sin voz la luna, pero nunca muda

Sol saliendo, mis ojos van ardiendo
Tanta negrura en el cuerpo es pirexia
Zorzal ¡Calla! a tu infierno voy yendo

Tan tambaleante está el aire fucsia
Sobras salobres de estos ojos riendo
Tanto tantear el pecho me asfixia


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